
Me ha hecho gracia esta foto... un amor imposible, en medio del invierno... están al lado, y sin embargo, nunca llegarán a tocarse... tan cerca y tan lejos. Qué bien que exista gente con la creatividad suficiente como para ocurrírsele algo así.
Aprovecho para felicitaros las Fiestas, que no lo había hecho, mala de mí, y a anunciar "one big thing": este blog cambia de temática. O lo cierro. En realidad es más bien un dilema. Resulta que ya me he cansado de escribir sobre el mismo tema, y sobre todo, lo que me cansa es que mis lectores habituales esperen de mí que escriba sobre cierta temática cuando a mí me apetece otra totalmente distinta. Así que los que queráis leer sobre empleo, trabajo, carrera, etc... y todas esas cosas apasionantes, por favor, no volváis por aquí porque este blog ya no hablará de eso. De hecho, este blog nunca intentó ser uno dedicado "profesionalmente" al mundo laboral, sólo un lugar donde escribir mis pensamientos sobre lo que veía que estaba pasando a raíz de una experiencia algo desgraciada hace como 3 ó 4 años.
Necesitaba un lugar para reflexionar, pero siempre me ha fastidiado que me incluyeran como blog "de RRHH" cuando no era nada parecido, sino sólo mis propias reflexiones. Sentía algo así como una responsabilidad para escribir sobre el mismo tema, aunque con el tiempo me acabara hartando un poco de él. Incluso cuando empecé a variar la temática de los posts, hubo quien se atrevió a recriminármelo y todo... Es curioso cómo la relación de los lectores con sus blogs se vuelve tan posesiva que ya no se le permite al autor ni una...
Pues esto es igual que lo que les pasa a los bailarines de ballet clásico - el gran amor de mi vida y la que iba a ser mi carrera profesional, de hecho, si mi madre por desgracia no me lo hubiera impedido - : que en algún momento maduran, cambian, se hartan de las mismas piruetas, y deciden que se quieren dedicar a algo más íntimo y personal, y se van a la danza contemporánea. En algunos casos el cambio es de lo más radical.
Últimamente me notaba ya con menos ganas y con pereza de ponerme a postear lo de siempre en este blog, y cuando eso se te antoja más como una obligación que como un placer, es un claro síntoma de que ha llegado el momento de parar.
Creo que la temática del "empleo, trabajo, carrera, trucos, tips, etc..." está ya agotada para mí, no porque no queden temas por tratar - que alguno quedará, aunque este blog tiene casi 500 entradas y se ha analizado de todo - sino porque ya he superado la fase de sorpresa e indignación ante lo que es el mundo laboral. Creo que cuecen habas en todas partes, que hay empresas peores y mejores, pero que todas, al final, adolecen del mismo defecto: la naturaleza humana. Lo que hace los lugares de trabajo es la gente, y cuando las relaciones de poder, la ambición, la competición, la envidia, entran en juego, apaga y vámonos: aquello deja de ser un mero lugar de trabajo aséptico, y pasa a convertirse en un Bizancio lleno de intrigas. Darle vueltas a lo mismo e intentar proponer soluciones ya me cansa, ya que todo el mundo coincide sobre el papel, pero luego parecen sufrir una especie de amnesia cuando de aplicarlo a la vida real se trata. Es aquello típico de que consejos doy, para mí no tengo, uno de los rasgos de la personalidad más repulsivos que se me ocurren.
Me parece, sinceramente, una estupidez seguir escribiendo posts sobre "liderazgo, trucos para promocionar, etc..." cuando ya casi todo se ha dicho, pero parece que la gente siempre demanda más. Miro atónita la cantidad de gente que llega a este blog buscando respuesta a algo tan trascendental como "cómo ser un líder", la mayoría de América Latina (¿será que allí tienen una obsesión particular con este tema?). La gente que intenta practicar un liderazgo de libro de texto me da repelús y es de una ingenuidad infantil. Así como todo lo relacionado con el mundo laboral y sus eternos conflictos, también me da repelús. Quiero escribir ahora sobre las flores, sobre mis viajes, sobre mis fotos, sobre inquietudes tan trascendentales como qué cámara de fotos reflex debería comprarme, la Nikon A o la Nikon B, sobre los espectáculos de ballet en Royal Opera House a los que voy a ir esta temporada, sobre tantas cosas que no tienen nada que ver con el liderazgo y sí con mi vida.
Como veo difícil y se me antoja incómodo escribir sobre esas cosas en este mismo blog, lo más probable es que vaya a cerrar Por fin es lunes, y me abra otro, de manera totalmente anónima, pero sin dar la dirección. No me gustaría ser juzgada por la misma gente que me ha acompañado en estos dos últimos años en este blog, sino que quiero crearme una nueva audiencia desde cero, que conozca en exclusiva la otra parte de mi yo. Necesito lectores distintos, a los que apetezca comentar temas distintos.
Así que, queridos y queridas, hasta aquí hemos llegado, esto no da más de sí, he superado este tema, he cambiado, he madurado, aunque de vez en cuando - ¿quién sabe? - puede que vuelva para postear algo de una temática relacionada con el mundo laboral que no quepa en mi otro blog. Probablemente seguiré con el twitter, porque el tema del microblogging creo que se adaptará mejor a lo tendré que decir a partir de ahora sobre este tema, si es que la necesidad de expresarlo será tan fuerte. Veremos. Le daremos una oportunidad.
Os deseo a tod@s Felices Fiestas y gracias por haberme seguido. Hasta siempre.
