martes, diciembre 25, 2007

Cómo dormir en la oficina ... y que no te pillen

Pues así...


O así si todavía no tienes edad para estar en la oficina...


Via

domingo, diciembre 23, 2007

Mentir es necesario para las relaciones sociales

La mentira siempre va dirigida a otra persona o un colectivo. Hay una política de la mentira, un intento de que el otro actúe o piense de una determinada forma. Lo que demanda un elogio es que la mentira nos permite relacionarnos con los demás. Si no, en las relaciones sociales estaríamos completamente expuestos a los demás, seríamos totalmente transparentes, y eso es invivible.


O dicho de otro modo: el que no miente es que no es social.

O de otro modo: el que no está dispuesto a mentir no tiene futuro en la sociedad.

O de otro modo: el que no es capaz de decirle a una pedazo de zorra que es un encanto y es una "guapísima" será despedido, o dicho de otro modo: "sufrirá graves consecuencias"... No sé, igual vienen a mi casa y me parten las piernas en la oscuridad del descansillo o me dan de ostias en algún callejón oscuro... Al más puro estilo mafia.

Esto es lo que me dijeron a mí el otro día en el despacho del mega jefe general - el que no come porque es incompatible con su trabajo - ... Traducido a otras palabras significa: "si no le comes el coño a la zorra que te está haciendo la vida imposible - y que sabemos que te está haciendo la vida imposible pero que nos da absolutamente igual - serás despedido". El caso es que sí le hago la pelota, la trato con respeto, paciencia y deferencia pero ella está empeñada en obviarlo y recurre a la provocación. Le encanta.

También me "recomendó" darle una parte de mis funciones (las mismas que mis jefes desde Central decidieron que fuesen las mías y de mi departamento) a la mega zorra y que me arrodillase y no me atreviese a exigir el trabajo hecho de un determinado proveedor (que son unos inútiles, creo que por lo menos le deben de chuparle bien lo que sea que le chupen para que no se dé cuenta de su inutilidad y que me pida a mí que me arrodille delante de ellos).

Increíble pero cierto. Seguiré otro día contando el porqué del gravísimo desequilibrio emocional y mental de la super zorra, pero de momento vaya por delante que ya he desempolvado el curriculum...

Más que nada porque desde RRHH ya me dijeron la semana pasada que en caso de conflicto con la zorra (a la que la mitad de la empresa no traga, pero les chupa el pito a sus jefes y así está a salvo), da igual la valía y las razones de la otra persona, que siempre se pondrán de lado de la zorra. En otras palabras: que si no me veo capaz de soportar el tremendo acoso al que ya ha empezado a someterme día tras día, con constantes emails, llamadas, gritos en medio de la oficina, malas palabras, acusaciones, etc... que aproveche y que me vaya buscando otro tema...

Esto es a lo que se le llama injusticia y mala suerte. El mundo es así...

PS: es una pena. Este blog empezó siendo una catársis tras haberme librado de una tremenda situación de acoso moral durante años, y ahora se ha convertido en la crónica diaria de otro acoso moral: presente, consentido y animado desde las altas esferas. Una pena, de verdad.
.

viernes, diciembre 21, 2007

La última parida de otro de mis jefes

Esta vez es de otro mega jefe de estos, mafiosos con aires de grandeza:
"Yo no como porque es incompatible con mi trabajo."

Toma ya parida.

Yo diría que la estupidez es incompatible con la vida, pero ya ves que no...
.

sábado, diciembre 15, 2007

¿Cuánto se besan los franceses?


En la mejilla, of course, y sólo como forma de saludo de cortesía... Es curioso que cuanto más al Norte, más besos, hasta llegar a la exagerada cifra de 5 besos. Eso sí, excluyendo cuidadosamente la zona de Paris, que ahí el cariño llega con cuentagotas.

Via

La gente perfecta, la empresa perfecta, la hipocresía perfecta

Por cómo hablan algunos aquí y la autoridad con que lo hacen ("pues yo trabajo en una empresa de tropocientos miles y nunca, NUNCA, me he encontrado con NADA de lo que tú dices" y sólo le faltaba añadir un "hala, y te chinchas") me da la impresión de que:

1. o la mitad de la Humanidad vive en otro planeta: son la gente perfecta y trabajan en la empresa perfecta y nunca, nunca, por Dios, se han encontrado en su vida con ningún elemento reprobable. Sin embargo, algo no cuadra en sus discursos, porque luego se pasan toda la vida hablando mal y poniendo a parir a toda vecina/vecino por la menor nimiedad. Pero eso sí: de cara a afuera, nunca, nunca han tenido el menor problema con nadie. Pero luego en cuanto se meten en el baño no paran de chismorrear sobre lo delgada que está la compañera de mesa, o las ojeras que tiene porque seguro que tiene una mala vida, o de lo tal que es cual, y Pascual y toda la gaita. Pero luego eso sí: en cuanto salen, el mundo (SU mundo) vuelve a un vomitivo color de rosa imaginario. Porque negar la evidencia para dárselas de más de lo que uno es, es un deporte. Y lo practica mucha gente. Pero luego en cuanto entran en casa empiezan a discutir con el marido, o la mujer, o a gritar a sus vagos hijos, o a querer estrangular al perro por cagar en donde no debe. Pero luego en cuanto salen por la puerta, ellos tienen el matrimonio perfecto, no saben lo que es una pelea, sus hijos son modélicos y el perro que tienen está mejor educado que una damisela de un colegio inglés. Y tienen vecinos perfectos, sí, sí, esos mismos que eran unos impresentables sólo unos minutos antes en la intimidad del hogar. Que los trapos sucios sobre todo no se laven fuera. Viva la Hipocresía y sus santos patronos, a los cuales hay que inclinarse todos los días con una reverencia.

2. o, lo que es más probable, esa media Humanidad no tiene ningún espíritu crítico y no se dan cuenta de lo que significa ser un HP, y si no lo hacen es seguramente porque pertenecerán a la categoría...

Yo siempre que estoy con gente trabajadora, honesta y buena, no me molestan. Me siento bien y no tengo necesidad de criticarles o de enfrentarme a ellos. Por contra, cuando estoy rodeado de imbéciles me molesta increíblemente y no tardo en dar cuenta de mi irritación por lo que yo considero es la imbecilidad suya.

Probablemente esa gente (imbécil en mi opinión, normal en la suya) se sentirá molesta a su vez por mi presencia y/o existencia, puesto que como ya lo he dicho, somos diferentes. Y aún asumiendo que yo soy el tío trabajador, honesto y bueno, los otros dirán de mí que soy el demonio. Cuestión del cristal con que se mire.

Y luego, suponiendo que uno de los que en mi opinión son imbéciles, hiciera una putada a uno del grupo de los honrados, dicho acto se vería con total normalidad desde el lado de los Hijos Putas y con absoluta extrañeza desde el lado de los No Hijos Putas.

El No hijo Puta lógicamente se quejaría de la cosa, y haría alguna reseña al respecto, probablemente en un blog personal suyo donde pudiera poner por escrito sus pensamientos y sus malestares, porque no hay nada que alivie más (tras quizás solamente el pegarle un tiro en la cabeza al Hijo Puta) que desahogarse en palabras y liberar la tensión.

Lo que ocurre es que luego ese blog es leído por una inmensa variedad de gente, que vaya Ud a saber a qué categoría pertenecen (bueno, algunos incluso pertenecen a la temida categoría de los RRHH, que suele ser otra abreviatura en general de HP), y esos mismos de la categoría que en la vida real te joden la existencia se reunen al otro lado del cyberespacio para soltarte ese contra-comentario que no estabas precisamente buscando puesto que para eso lo has puesto por escrito en tu vida personal, para alejarte del enfrentamiento en la vida real.

O sea que se cierra el círculo. O sea que a menos que escriba esto en una hoja de papel, luego haga una bolita con él, lo moje en zumo y me la trague lentamente, siempre habrá alguien de la "otra categoría" que me va a leer la cartilla de una manera o de otra.

Y sabeis qué, estoy taaan cansado de la otra categoría... Tan harto, que ahora mismo este mismo post me lo he escrito en una hoja de cuaderno y me dispongo a tragármela mojando en leche para evitarme un segundo turno de comentarios de la categoría "toca cojones" (y qué mejor que las mujeres para tocarlos).

A menos que le haya dado por equivocación al botón de "Publicar", que entonces es probable que el tema vuelva a empezar...

jueves, diciembre 13, 2007

El jefe loco

Siguiendo con mis descripciones de la fauna y flora de esta bendita empresa donde estoy ahora (porque uno tiene que comer, que si no...), procedo a "meterme" (porque aquí parece ser que decir que alguien es imbécil aunque sea verdad es simplemente "meterse" con esa persona... ¡qué gran error de interpretación!) con el que es nuestro Director General.

Este santo varón, machote ibérico donde los haya, 1 metro 90 aunque de andar destartalado y culo más que caído, procede de una conocida estirpe de "machito molón", es decir, de los que son más machistas que la Iglesia Católica y Musulmana juntas (aunque la musulmana no sea una iglesia propiamente dicha) pero que quiere ir de guay del Paraguay por la vida y de lo que no es.

Entre las rarezas de este señor:

- dice que nunca le ha puesto los cuernos a su mujer con la que se casó a los 19 años (aunque esto no es que sea una rareza: los machitos siempre lo niegan)

- contrata a la gente por la forma de los lóbulos de sus orejas (WTF??)

- dice que puede adivinar la personalidad de uno simplemente con mirar de qué manera ha dispuesto los trozos de pastel en una bandeja

- va a un vidente

- le gusta hablar de sus testículos delante de las mujeres y decir que "lo de ahí abajo" lo tiene lleno de pelos...

Es un soez, un vulgar y encima, ¡de derechas! Y como quiere Dios que en este país nadie es afiliado de una tendencia política sin caer en el enfrentamiento con los del "otro bando", pues este santo varón se siente con la obligación de hacer notar a sus empleados "socialistas" que les ha perdonado la vida y contratado "aún a pesar" de que son de izquierdas. Manda cojones y manda silvestres. Hasta ahí podíamos llegar. Tanta tontería junta la verdad es que es difícil de soportar. Pero peor es cargar con piedras en la mina. Así que valor y al toro. (Mañana volverá a hablar de sus cojones peludos, eso seguro.)

domingo, diciembre 09, 2007

Cómo reconocer a una zorra (bitch) en la oficina (las mujeres no están hechas para trabajar)


1. Sonríe falsamente. Cuanto más sonríe, peor es el augurio. Esta tipa te hará la vida imposible.

2. Se acuesta con el jefe. Sí, es un clásico, del que ya hablé en alguna ocasión, pero es que es cierto. Por el mero hecho de acostarse con el jefe se cree intocable y al margen de la ley. Nadie nunca le dirá nada porque se acuesta con el jefe. Y tú le tienes que chupar el c**o (o eso es lo que cree ella) porque se acuesta con el jefe. Pues ni hablar.

3. No hace más que repetir palabras vacías como "espíritu de equipo", "el bien de la empresa", "reactividad", para acto seguido hacer exactamente todo lo contrario. Y lo hace delante de todo el mundo, sin cortarse un pelo y con copia a todo Dios. Eso sí: cuando la "sacas de su error" carece de variedad de argumentos y se pone a hacer un campeonato para ver quién está más "en el mismo barco". Es mano de santo acudir a sus mismos argumentos y decir que tú más. O sea: que todo el mundo menos ella más. A ver si va a ser por repetir palabras vacías, por Dios.

4. Chismorrea y propaga falsos rumores intencionados a diestra y siniestra. Contraataque: contar algunas verdades de la zorra a personas elegidas, y esto sin demorar más tiempo, antes de que el fuego se extienda.

5. Se hace la víctima: ohhh, síii, otro gran clásico. Lo de poner cara de pasa arrugada y maltratada es lo que mejor se les da a las zorras. Pues sabes qué: pon tú cara de más víctima aún...

6. Siente celos enfermizos de todo lo que tú haces e intenta negarlo sistemáticamente delante de todo el mundo. Quiere pasarte por encima a toda costa. Es tan insegura que sólo vive para desacreditarte delante de quien sea y no dudará en escribir emails kilométricos donde más que evidenciar sus cualidades de trabajadora de equipo, etc..., evidencia un sufrimiento interno y una incapacidad manifiesta de tratar de una manera racional con los problemas diarios que aparecen (problemas, que en un 99,9% están creados por ella, para acabar de joderla).

7. Para ella trabajar en equipo equivale en dar órdenes a sus compañeros. Tiene complejo de fracasada (porque a sus 36 años todavía no es jefa de nada) y quiere erigirse en la "Directora" y "líder" del cotarro. Como si alguien se lo hubiera pedido. No respeta a sus compañeros y les roba funciones (como me está pasando a mí). Luego lloriquea y se hace la víctima por supuesto.

8. Suelta pullas y comentarios venenosos todo el rato: que si has engordado, que si te ha salido un grano, que si no sabes hablar correctamente castellano (WTF???), ..., sandeces como éstas que dan ganas de cogerla del pescuezo y estamparla contra la pared. Así con suerte se morderá la lengua esa envenenada que tiene. Pero lo que parece raro es que ese mismo veneno que le haría daño a una persona normal, a este tipo de zorras las alimenta, les da energía, se retroalimentan de él.

9. Cuando se queda sin argumentos (que suele ser la mayoría de las veces) grita y chilla literalmente a sus directores. Claro, como sabe que se acuesta con el otro... Y a saber a quién más no le estará chupando la polla.

10. Tiene un estilo barato, de barrio bajo, se agita, habla más alto que nadie, insulta más que nadie, se cree imprescindible, critica abiertamente a todo el mundo, y en definitiva es una ZORRA. Se la habrán cepillado por lo bajo más de 200 tíos en toda su vida. Como abra el coño con la misma frecuencia con que abre la boca, me da que incluso más.

11. Y sobre todo, donde más zorra asquerosa será es en su relación con otras mujeres. Se lanzan a la yugular literalmente, dedica el día entero a perseguir a la otra, a agotarse en luchas interminables de poder (¿poder? si eso es estar simplemente delante de una mesa de ordenador y enviar emails), se sacan la piel a tiras. Lamentable espectáculo.

Y hago una apuesta: para mí y en mi experiencia profesional, más del 80% de las mujeres que trabajan (¿trabajan?) son así. Algunas con las características más desarrolladas que otras. Pero son así de zorras todas. Para que luego digan que no tienen razón los que dicen que las mujeres no están hechas para trabajar. Donde hay demasiada mujer junta, el veneno fluye a raudales.

En resumen: que en mi nuevo trabajo me he encontrado frente a frente (porque se supone que tengo que trabajar con ella todos los días, Dios qué horror) a una zorra patética de éstas, ejemplo típico de acosadora moral y de mujer frustrada y mal follada. Una mini reedición de lo que ya pasé en mi anterior empresa.

¿Por qué el mundo está lleno de zorras asquerosas (y malas profesionales además) que no saben trabajar de otra manera que no sea saboteando al compañero (y sobre todo, a la compañera)?

BITCHES!!! Muerte a las zorras.
.

Si es que nos quejamos de vicio...

"La cesta de la compra, que se lleva el 20% del presupuesto familiar, es en España un 8% más barata de lo que debería, teniendo en cuenta el nivel de renta del país, según un cálculo del Ministerio de Industria basado en datos de Eurostat, la oficina estadística europea."

Pero bueno: ¿me están tomando el pelo o qué? Pues si es así, que la suban, que la suban, que los sueldos inframileuristas de los españolitos dan para eso y para mucho más...
.

lunes, diciembre 03, 2007

Confirmado: en mi nueva empresa son todos unos raros

O unos estúpidos.

O unos arrogantes.

O unos creídos.

O unos con complejo de inferioridad (o de superioridad, lo mismo da). Esto casa perfectamente con el punto anterior.

Todas son unas histéricas. Algunas más que otras.

Todas son unas chismosas que no dudan en inventarse mentiras para darse importancia.

Son todos unos raros en general, unos torpones sociales, unos maleducados, unos prepotentes, unos imbéciles y encima, para colmo, el 90% de los "machitos" miden menos de 1.65 mts.

Con gente así ¿a dónde se puede ir? No me extraña que en cuanto gente nueva entra, sale por patas en menos de 6 meses. Hay que ser muy especial para aguantar a todos estos "hobbits". Y a las histéricas marimandonas. Pero qué triste. Y qué cansino. Y aburrido. Y absurdo. Y gilipollesco.