Por cómo hablan algunos aquí y la autoridad con que lo hacen ("pues yo trabajo en una empresa de tropocientos miles y nunca, NUNCA, me he encontrado con NADA de lo que tú dices" y sólo le faltaba añadir un "hala, y te chinchas") me da la impresión de que:
1. o la mitad de la Humanidad vive en otro planeta: son la gente perfecta y trabajan en la empresa perfecta y nunca, nunca, por Dios, se han encontrado en su vida con ningún elemento reprobable. Sin embargo, algo no cuadra en sus discursos, porque luego se pasan toda la vida hablando mal y poniendo a parir a toda vecina/vecino por la menor nimiedad. Pero eso sí: de cara a afuera, nunca, nunca han tenido el menor problema con nadie. Pero luego en cuanto se meten en el baño no paran de chismorrear sobre lo delgada que está la compañera de mesa, o las ojeras que tiene porque seguro que tiene una mala vida, o de lo tal que es cual, y Pascual y toda la gaita. Pero luego eso sí: en cuanto salen, el mundo (SU mundo) vuelve a un vomitivo color de rosa imaginario. Porque negar la evidencia para dárselas de más de lo que uno es, es un deporte. Y lo practica mucha gente. Pero luego en cuanto entran en casa empiezan a discutir con el marido, o la mujer, o a gritar a sus vagos hijos, o a querer estrangular al perro por cagar en donde no debe. Pero luego en cuanto salen por la puerta, ellos tienen el matrimonio perfecto, no saben lo que es una pelea, sus hijos son modélicos y el perro que tienen está mejor educado que una damisela de un colegio inglés. Y tienen vecinos perfectos, sí, sí, esos mismos que eran unos impresentables sólo unos minutos antes en la intimidad del hogar. Que los trapos sucios sobre todo no se laven fuera. Viva la Hipocresía y sus santos patronos, a los cuales hay que inclinarse todos los días con una reverencia.
2. o, lo que es más probable, esa media Humanidad no tiene ningún espíritu crítico y no se dan cuenta de lo que significa ser un HP, y si no lo hacen es seguramente porque pertenecerán a la categoría...
Yo siempre que estoy con gente trabajadora, honesta y buena, no me molestan. Me siento bien y no tengo necesidad de criticarles o de enfrentarme a ellos. Por contra, cuando estoy rodeado de imbéciles me molesta increíblemente y no tardo en dar cuenta de mi irritación por lo que yo considero es la imbecilidad suya.
Probablemente esa gente (imbécil en mi opinión, normal en la suya) se sentirá molesta a su vez por mi presencia y/o existencia, puesto que como ya lo he dicho, somos diferentes. Y aún asumiendo que yo soy el tío trabajador, honesto y bueno, los otros dirán de mí que soy el demonio. Cuestión del cristal con que se mire.
Y luego, suponiendo que uno de los que en mi opinión son imbéciles, hiciera una putada a uno del grupo de los honrados, dicho acto se vería con total normalidad desde el lado de los Hijos Putas y con absoluta extrañeza desde el lado de los No Hijos Putas.
El No hijo Puta lógicamente se quejaría de la cosa, y haría alguna reseña al respecto, probablemente en un blog personal suyo donde pudiera poner por escrito sus pensamientos y sus malestares, porque no hay nada que alivie más (tras quizás solamente el pegarle un tiro en la cabeza al Hijo Puta) que desahogarse en palabras y liberar la tensión.
Lo que ocurre es que luego ese blog es leído por una inmensa variedad de gente, que vaya Ud a saber a qué categoría pertenecen (bueno, algunos incluso pertenecen a la temida categoría de los RRHH, que suele ser otra abreviatura en general de HP), y esos mismos de la categoría que en la vida real te joden la existencia se reunen al otro lado del cyberespacio para soltarte ese contra-comentario que no estabas precisamente buscando puesto que para eso lo has puesto por escrito en tu vida personal, para alejarte del enfrentamiento en la vida real.
O sea que se cierra el círculo. O sea que a menos que escriba esto en una hoja de papel, luego haga una bolita con él, lo moje en zumo y me la trague lentamente, siempre habrá alguien de la "otra categoría" que me va a leer la cartilla de una manera o de otra.
Y sabeis qué, estoy taaan cansado de la otra categoría... Tan harto, que ahora mismo este mismo post me lo he escrito en una hoja de cuaderno y me dispongo a tragármela mojando en leche para evitarme un segundo turno de comentarios de la categoría "toca cojones" (y qué mejor que las mujeres para tocarlos).
A menos que le haya dado por equivocación al botón de "Publicar", que entonces es probable que el tema vuelva a empezar...