Al hilo de la miríada de posts aparecidos en Internet escandalizándose (y con razón) de la irrupción en el panorama televisivo español, ya bastante maltratado, de ese engendro de programa llamado "Cambio Radical", presentado por una señora cuyo apellido es tremendamente desafortunado para los valores que propugna dicho engendro, me ha (re)surgido la duda acerca de las capacidades que están desarrollando (es un decir) las nuevas generaciones de imberbes de este país.
Una generación, ya de por sí tremendamente egoísta, ahora tiene ya su programa a medida, donde se cargan aún más las tintas sobre la importancia de lo exterior y lo prescindible de las cualidades interiores. ¿Dónde quedan las nociones de esfuerzo y trabajo de generaciones anteriores, que hicieron posible el desarrollo actual? Han desaparecido.
Yo lo que me pregunto, es qué harán esas nuevas generaciones el día de mañana cuando toque el relevo generacional... Con la tontería que llevan encima, con el poco nivel académico y de cultura general que tienen y con esa arrogancia que se gastan por la vida, ¿cómo van a sobrevivir? ¿Se matarán entre ellos? Yo creo que sí...
¿Qué valor añadido aportarán? ¿En qué trabajarán si sólo saben enviarse "msjts xrts kn flts" y hacer pataletas, exigiendo todo a la voz de ya. Con ese despiste que llevan y la generalización del fenómeno de "déficit de atención", ¿qué demonios van a crear el día de mañana si no saben hacer ni la o con un canuto y no están dispuestos ni por un instante en sacrificar su bienestar actual por una recompensa futura?
Son una generación malcriada, injustificadamente exigente (con los demás, nunca consigo mismos), que basa sus valores en el consumo inmediato de lo que sea (productos, noticias, tendencias), sin pararse a profundizar en ninguna cosa y sin visos de poder aportar a medio o largo plazo valor añadido alguno. No hacen nada con un mínimo de exigencia (efecto directo de engendros como a Logse o la ESO) y no están dispuestos a esforzarse ni saben lo que es la autodisciplina. Su tolerancia a la frustración es cero, y su tendencia a la ira se acerca a mil. Es la generación de la apatía y de la falta de cultura generalizada. Tanto consumismo les ha embotado la mente.
Aunque mi sospecha va más allá y es que no todo se les puede achacar exclusivamente a ellos como generación que se retroalimenta en sus valores, sino que gran parte de la responsabilidad hay que buscarla en la generación actual de padres relativamente jóvenes, gentes en sus cuarenta años, que probablemente fueron la primera generación fallida de este país porque ahora resulta que no saben educar como Dios manda a sus hijos... A la vista los resultados.
1 comentario:
El ciclo de la vida parece indicar que a una generación más relajada, le sigue una más severa y así se van turnando. Por si las moscas, hazte un plan de pensiones.
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