SICKO: grandes verdades por Michael Moore

Acabo de ver SICKO y la verdad es que me he quedado boquiabierto y pensando en la inmensa suerte que tengo de estar en un país como España, que mal que bien, ha heredado la mentalidad democrática europea y, por ende, su sistema de sanidad universal gratuita.

Sabía que en EEUU estaban mal, que había que estar trabajando para poder pagarse un seguro médico privado y que existe una gran presión para mantener un trabajo por miedo a quedarse uno y su familia sin cobertura médica. Pero de lo que no tenía ni idea es que incluso gente con seguro médico concertado fuese condenada a muerte - porque no se le puede llamar de otra manera - por unos cuantos burócratas de unas empresas únicamente preocupadas por beneficio.

Aparecen casos sangrantes como el de una madre que tiene que ver cómo su hija entra en parada cardiorrespiratoria y muere en sus brazos por denegarle la asistencia su aseguradora médica, hasta los de los bomberos del 11S desasistidos por el Gobierno y un matrimonio que se tiene que ir a vivir al sótano de la casa de una hija suya por tener que vender su casa para pagar las facturas médicas.

Tampoco sabía que el origen de todo este desbarajuste y de la liquidación del sistema público existente antes de los 70 en los EEUU fue debido a Nixon (qué joya), que decidió empeorar progresivamente las condiciones sanitarias de los hospitales públicos hasta llevar al sistema al colapso.

Lo más gracioso de la cinta es cuando Moore se lleva a toda la tropa de enfermos a Cuba (saltándose el embargo norteamericano a la isla, de paso, causa por la que, por cierto, está siendo oficialmente investigado por el Gobierno norteamericano) para ser tratados por el sistema de salud público del país más odiado por los EEUU.

Aparte de la lógica propaganda a favor de los demócratas (con unas casi bochornosas imágenes de Hillary Clinton siendo piropeada por Moore como "sexy, smart") y el lógico sesgo populista que se le da a la cinta para poder ser entendida por todos (sobre todo, los estadounidenses) sin problemas, las más de 2 horas de documental valen su peso en oro a la hora de descubrir la oscura realidad norteamericana.

No todo es oro lo que reluce en ese país, y es más: después de ver el documental me da la impresión de que seguir vivo en los EEUU es cuestión o bien de tener una salud de hierro y rezar para que nunca pase ningún accidente, o de tener muchísimo dinero para poder costearse tratamientos de cáncer o similares. Literalmente, y a la vista de los testimonios mostrados en la cinta, si eres de clase media y te ocurre algo más que un resfriado, ya te puedes dar por j... porque van a hacer todo lo posible en denegarte el tratamiento y en echarte de la aseguradora. En ese país ejecutan a gente todos los días y de manera legal. Si tienes un cáncer, ya te puedes dar por muerto en un 50% de los casos, aún habiendo tratamiento porque te lo van a denegar. Es impresionante. La ley de la jungla en toda su crudeza. La verdad, me ha dejado impresionado el documental.

Como por estos lares la cinta no tiene todavía fecha prevista de estreno, hay que agenciarse la película por Internet; en Stage6 suele haber copias subtituladas disponibles aunque las borran cada rato, en cuanto se dan cuenta del tema...

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